Buscando el otro dia una foto de sangre en la boca con la que ilustrar un post, di por casualidad con el bloc de un tal Carlos Martorell, relaciones públicas y escritor de barcelona, un hippy de los 60’s y, según se aprecia de su lectura, un tio que se lo monta bien. El bloc lleva por nombre El observador solitario, hace buen uso del Photoshop y tiene algunas entradas delirantes, como Las calientes angustias de Prudencia Rupérez.