Me acabo de enterar de la muerte de Clarence Clemons, el saxofonista de la E.Street Band. Tenía 69 años. Hace unas semanas sufrió un derrame cerebral y la cosa se complicó. En sus últimos conciertos en Barcelona ya se le veía cascado, pero es de esas personas que piensas que siempre va a estar allí. Y no.
Su web está colapsada, así que no he podido acceder. Pero el Boss sí ha escrito unas notas:
Clarence lived a wonderful life. He carried within him a love of people that made them love him. He created a wondrous and extended family. He loved the saxophone, loved our fans and gave everything he had every night he stepped on stage. His loss is immeasurable and we are honored and thankful to have known him and had the opportunity to stand beside him for nearly forty years. He was my great friend, my partner, and with Clarence at my side, my band and I were able to tell a story far deeper than those simply contained in our music. His life, his memory, and his love will live on in that story and in our band.
Ni que fuese sólo por el minuto final de este Thunder Road, Big Man Clemons ya merecería reverencia eterna. D.E.P.
Muere el hombre y nace el Mito. Y la vida que los músicos nos hacen disfrutar más intensamente sigue su camino y se los lleva de nuestro lado, aunque ellos labraron sus nombres en piedra en nuestros corazones.
Clarence, crack, nos vemos en el otro lado!
Amen a lo que dices, cuántos momentos de felicidad nos ha dado y nos ha dejado Big Man.
Baci e abbracci
Ya lo decís bien: con su música, sobran más palabras. Gracias por recordarle también.