Descubrir a Outside de Box ha sido todo una bendición. Grupazo de New Jersey y New York con más de un lustro de carrera, acaban de realizar gira europea que tuvo parada en Barcelona, concretamente en la sala Rocksound, un local donde sus propietarios aman el rock y saben lo que se traen entre manos a la hora de programar.
Pues bien, los OTB hicieron gala de la fama que les precedía como grupo residente del famoso Stone Pony, el mítico club de Asbury Park. Estos cuatro tipos realmente jóvenes, comandados por el simpático Jeff Cafone, sienten el rock clásico como poquísimas bandas jóvenes del momento. Cafone compone con gancho, tiene un gran voz, maneja la guitarra (rítmica y solista) a sus anchas y lidera a una banda que no le va a la zaga, donde especialmente batería (Francis Valentino) y Hammond (Mark Masefield) muestran un nivel colosal.
Su música respira sabiduría y grandeza en cada compás, aromas de blues y rock claramente influenciados por los grandes. No en vano, las cinco versiones que interpretaron dejan a las claras sus filias: Springsteen (Growin’ Up), Stones (You can’t always get what you want), Dylan (Like a rolling stone), Nick Lowe (What’s so funny about peace love and understanding) y The Band (The weight). Su disco de debut, Bridge (2011) te engancha a la primera, con unas canciones que respiran aires de Thin Lizzy (Suddenly saturday sobresale) y con una producción sublime de la mano del pianista de la banda de Southside Johnny, Jeff Kazee. Y en directo se divierten, y eso se nota. Quieren transmitir y consiguen contagiar. Testigos fuimos los 60 que nos congregamos el otro día en Rocksound.