Ese declive de la marca España, que tanto preocupa al Gobierno, ocurrió hace décadas en lo musical. Coincidió con el ascenso de Miami a capital de Latinoamérica, pero nadie reaccionó. Ni Cultura ni el Instituto Cervantes ni los propios interesados. Y lo tenían relativamente fácil: abundaban los directivos españoles en las multinacionales de Miami.
El rock español se esfuma | Cultura | EL PAÍS.